Un día Jaimito espió por la rendija de la puerta del cuarto de su hermana y la vio desnuda tocándose y sofocada diciendo ¡Un hombre...!, ¡Un hombre...!.
Al día siguiente vuelve a espiar a su hermana y ve que está haciendo el amor con su novio...
Entonces corre a su cuarto, se desnuda y empieza a tocarse diciendo ¡Quiero una bicicleta...!, ¡Quiero una bicicleta!
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